domingo, 28 de junio de 2009

COMENTANDO "TRANSFORMERS: REVENGE OF THE FALLEN"



Esta semana se estrenó la nueva película de los Transfomers, y si a usted le gustó la primera, es su día (o semana) de suerte: la secuela trae todo lo que traía la primera, pero multiplicado por 100. Las peleas son más largas, los chistes son más graciosos, y los robots son más grandes, más violentos, y más (hay alrededor de 8 Transformers nuevos). Son 150 sobrecargados minutos que se sienten en el cuerpo.



Lo primero que llama la atención al ver TRANSFORMERS 2 (al menos en sus primeros minutos), es la estética ya no de videoclip, sino derechamente de trailer. No creo que yo haya sido el único pajarón que pasó los primeros dos minutos convencido de que estaba viendo un avance para una película de cavernícolas. La narración solemne y las tomas cortas y dramáticas apelan directamente a la idea de que lo condensado es más atractivo, pero no me refiero solo a la parte visual. La trama también se mueve a una velocidad implacable: en un segundo estamos en medio de una brutal pelea entre los Autobots (los robots buenos, que ahora trabajan con el ejército norteamericano) y un Decepticon (robot malo), y en el siguiente, sin transición alguna, la pelea se acaba y vemos a una familia discutir en una cocina. Pronto la discusión se convierte en una pelea contra una juguera robótica asesina y sus secuaces (otros implementos de cocina).

Ojo, este ritmo tan vertiginoso no significa que la historia sea difícil de seguir. La trama es tan conocida (por no decir “repetida”) que uno puede salir a comprar cabritas o pasar al baño por cinco minutos y al volver no tendría muchos problemas para adivinar lo que se perdió. Por ejemplo, al ver al personaje del Agente de Gobierno cascarrabias, uno SABE en el fondo de su alma que en algún momento este va a intentar prohibir a los Transformers y mandarlos de vuelta a sus casas. Quienes probablemente sí tengan problemas para seguir la historia son los mayores de 60, ya que no tienen la ventaja de haber crecido expuestos al bombardeo audiovisual de MTV y los descabellados clichés de los monos ochentenos, elementos que parecen converger y alcanzar su máxima expresión en esta película. Irónicamente, los mayores de 60 son los que más se beneficiarían con poder ausentarse de la sala por 5 minutos (como dije antes, es una película LARGA) y los únicos que no podrían hacerlo sin desorientarse.


Si en la primera película Sam (Shia LeBeouf) era el típico adolescente gringo enamorado de una chica fuera de su alcance (Megan Fox, quién, créanlo o no, se ha puesto aún mejor), ahora la historia romántica -obligatoria en cualquier película de presupuesto mayor a 100 millones de dólares- es todavía más típica: a pesar de que llevan dos años juntos, Sam “no está listo” para decirle a su polola que la ama. Pero esta sub-trama es solo una formalidad: no creo sorprender a nadie al contarles que finalmente se lo dice en el momento más dramático de la película. Lo que sí sorprende son los momentos humorísticos, que, inusualmente para una película de este tipo, llegan a ser realmente graciosos. Con la excepción de un par de robots ineptos que alcanzan niveles casi Jar Jar Bink-escos de odiosidad, la gran mayoría de los chistes no tienen nada que envidiarle a cualquier cinta humorística producida en Hollywood en el último tiempo. Estoy convencido de que el próximo proyecto de Michael Bay debería ser una nueva película de los Gremlins (cuando vean a los Decepticons enanos sabrán a qué me refiero).


Es admirable la cantidad de tiempo dedicada a explotar al máximo las situaciones humorísticas, como cuando los padres de Sam van a dejarlo al campus de su nueva universidad, o cuando los personajes descubren a un Transformer anciano con serios problemas de senilidad. Es admirable, pero no es suficiente. En una película de 90 minutos esta mismas escenas servirían para evitar que todas las peleas y persecuciones se vuelvan tediosas. Pero esta es una película de 150 minutos, 30 de los cuales están dedicados a una larguísima pelea final ambientada en una sola locación (una locación grande y majestuosa, pero una sola locación al final y al cabo). Las peleas son todas espectaculares, pero esa misma espectacularidad hace que sean cansadoras de mirar por periodos prolongados, y el señor Michael Bay parece no tener piedad con su público. La pena es que con un mejor balance entre humor y acción esta podría haber sido no solo una película entretenida, sino una gran película.


A pesar de estar poblada de lugares comunes, Transformers 2 es sin duda una película curiosa y bastante representativa de su época. Es una película que un adulto de hace 20 años encontraría chocante e incomprensible, pero que para un niño de 12, hoy en día, es lo más normal y más atractivo del mundo. También es una película que en 20 años ese mismo niño va a volver a mirar, y preguntarse cómo puede ser que en algún momento esto le haya gustado tanto.

1 comentario:

  1. Que buen comentario, e leído otras criticas y sobretodo me a llamado la atención que muchos esperan que esta película tenga una gran trama o profundidad en la historia y la verdad eso me causa gracia, yo tengo 27 años y para mi ver esta película es igual a entretencion, yo que vi los transformes cuando era chico, es genial ahora verlo en el cine, la película en un momento si se hace algo larga, pero es muy entretenida, mucho color, humor y acción, de esas películas donde uno no se aburre y va a pasarlo bien, pero si alguien quiere ir a ver una historia densa o una gran trama o una actuación descollante, se equivoca de película, hay que ir a verla para entretenerse ahí esta la clave, personalmente salí contento del cine, con ganas de ir a buscar pronto mi figurita de Bumblebee que me gane, jajajaajaja.

    Miguel Castro

    ResponderEliminar