Por 11 años el documentalista Víctor Jiménez se dedicó a seguir al antipoeta Nicanor Parra, un personaje interesante incluso dentro de su propio clan (el que incluye a figuras tan importantes como su hermana Violeta y sus hermanos Lalo y Roberto). El resultado es este documental de 72 minutos que reúne discursos, conversaciones, e incluso momentos familiares del antipoeta con su hija Colombina (vocalista de Los Ex) y su nieto Cristóbal, capturados entre 1997 y 2008. Todo esto a pesar de la particular resistencia de “Don Nica” a ser grabado, lo que queda claro desde la primera escena cuando interrumpe una conversación al descubrir al camarógrafo escondido y exclama “¡Cogoteo!”.
Esa misma reticencia del protagonista a aparecer en su propia película hace de este un documental casi tan inusual como la propia obra del antipoeta. Como explica en pantalla el mismo Parra (quien no por nada es físico), el principio de incertidumbre de Heisenberg dice que un fenómeno no puede ser observado sin verse afectado por el observador. En otras palabras, Parra le está diciendo al director que nunca podrá retratarlo en su estado natural, al menos mientras sepa que hay cámaras filmándolo. Para resolver este problema y de paso hacerle el quite a los retos del personaje principal, el director decide esconder las cámaras y grabar al estilo guerrillero, casi como si fuera un documental de National Geographic. Gracias a esto Parra logra conversar relajado y soltar más de alguna infidencia que de otra manera quizás se hubiera guardado.
El documental es narrado por su director, quien comparte de forma honesta sus dificultades para realizar esta película y además hace un repaso completo por la historia de la antipoesía, desde sus orígenes en la obra de Parra hasta el presente, pasando por su relación el movimiento “beat” norteamericano de los 60 y logrando meter hasta a Bob Dylan en el asunto. Otro recorrido interesante es el que hace Parra a través de sus propios discursos, caracterizados por su estilo informal y sentido del humor, los que demora meses en escribir. Mientras su voz en off explica las partes que deben conformar un buen discurso, el director ejemplifica lo dicho mostrando a Parra frente a su público siempre cautivo, entre risas y aplausos.
El que se hayan utilizado cámaras escondidas para ciertas escenas no quiere decir que la película tenga una estética descuidada. En la realización de este documental participaron alumnos de INACAP, donde Jiménez es director de la carrera de cine. Según él mismo explica: “Decidí iba a trabajar con los alumnos de cine para que me ayudaran a editar, que los de diseño me ayudaran con la gráfica, los de música a componer la banda sonora, los de ingeniería en sonido con la postproducción y así fue. Se produjo un proceso creativo muy entretenido”. Ese proceso se nota en el resultado final, que con sus gráficas y animaciones logra recrear el estilo lúdico de los “artefactos” de Parra.
Esa misma reticencia del protagonista a aparecer en su propia película hace de este un documental casi tan inusual como la propia obra del antipoeta. Como explica en pantalla el mismo Parra (quien no por nada es físico), el principio de incertidumbre de Heisenberg dice que un fenómeno no puede ser observado sin verse afectado por el observador. En otras palabras, Parra le está diciendo al director que nunca podrá retratarlo en su estado natural, al menos mientras sepa que hay cámaras filmándolo. Para resolver este problema y de paso hacerle el quite a los retos del personaje principal, el director decide esconder las cámaras y grabar al estilo guerrillero, casi como si fuera un documental de National Geographic. Gracias a esto Parra logra conversar relajado y soltar más de alguna infidencia que de otra manera quizás se hubiera guardado.
El documental es narrado por su director, quien comparte de forma honesta sus dificultades para realizar esta película y además hace un repaso completo por la historia de la antipoesía, desde sus orígenes en la obra de Parra hasta el presente, pasando por su relación el movimiento “beat” norteamericano de los 60 y logrando meter hasta a Bob Dylan en el asunto. Otro recorrido interesante es el que hace Parra a través de sus propios discursos, caracterizados por su estilo informal y sentido del humor, los que demora meses en escribir. Mientras su voz en off explica las partes que deben conformar un buen discurso, el director ejemplifica lo dicho mostrando a Parra frente a su público siempre cautivo, entre risas y aplausos.
El que se hayan utilizado cámaras escondidas para ciertas escenas no quiere decir que la película tenga una estética descuidada. En la realización de este documental participaron alumnos de INACAP, donde Jiménez es director de la carrera de cine. Según él mismo explica: “Decidí iba a trabajar con los alumnos de cine para que me ayudaran a editar, que los de diseño me ayudaran con la gráfica, los de música a componer la banda sonora, los de ingeniería en sonido con la postproducción y así fue. Se produjo un proceso creativo muy entretenido”. Ese proceso se nota en el resultado final, que con sus gráficas y animaciones logra recrear el estilo lúdico de los “artefactos” de Parra.
Trailer:
Suena interesante...
ResponderEliminarYa está mi crítica de AntiCristo. Te invito a que pases a leerla y comentar.
Un abraazoo!!!!
Te espero eh ;)
Saludos!
PM
Yo ya vi este documental , y lo encontré increíble, por la manera que utilizo el director para contar una historia en el tiempo que dura la película, aveces se hace un poco confuso, pero como no si el personaje central es difícil en si jejejej ( yo no hubiera tenido tanta paciencia para seguirlo por tatos años)
ResponderEliminarConsidero que es un documental distinto, y recomendable sobretodo a los que no conocen la genialidad de Nicanor Parra.
Miguel Castro