Quiero humildemente dedicar el post de hoy a los valientes 33 mineros atrapados en la mina chilena San Esteban, quienes ayer al fin pudieron comenzar la última etapa de su rescate a mas de 700 metros de profundidad luego de ya un par de meses de milagrosa sobrevivencia. Pero no tan solo creo que debemos pensar en ellos, sino que también en todos quienes han sido parte de uno de los procedimientos de rescate mas complejos que ha visto el mundo en su historia... el mismo mundo que estos días tendrá nuevamente sus ojos sobre este pequeño país llamado Chile, luego de sufrir un cataclismo de proporciones únicas a comienzos de este año, y que ahora demuestra que su gente no tan solo es capaz de sobrevivir, sino que también de superarse pensar y actuar como corresponde en los momentos mas difíciles de la vida...
Hoy lloramos de alegría gracias a esos 33 hombres que la tierra dará a luz en solo cuestión de horas... gracias a Dios por darnos la fortaleza de superar hasta lo que parecía imposible...
Hoy lloramos de alegría gracias a esos 33 hombres que la tierra dará a luz en solo cuestión de horas... gracias a Dios por darnos la fortaleza de superar hasta lo que parecía imposible...
Como pasa el tiempo... ya han pasado más de dos meses. Debió haber sido un infierno para ellos ese tiempo. Suerte que se acabó.
ResponderEliminarClaudio
falta muy poquito
ResponderEliminarojalá salgan sin inconvenientes los 37, en especial los 33 mineros
H
efectivamente no podemos olvidar a los 4 rescatistas que entrarán a la mina y luego tendrán que salir en los últimos lugares...
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