HORRIBLE ACCIDENTE AEREO ENLUTA A CHILE

Es la realidad de nuestro país, no salimos de un desastre y viene otro. 21 mujeres y hombres sufrieron un fatal accidente luego de dos intentos de aterrizar en una complicada y peligrosa pista ubicada en el lejano archipiélago de Juan Fernández.

El dolor es inmenso, no por la fama ni simpatía de algunas de las víctimas que trabajaban en el canal estatal chileno, si no principalmente porque ellos, junto a los integrantes del programa de gobierno "Desafío Levantemos Chile", los funcionarios del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y también los miembros de la Fuerza Aérea de Chile; iban a ese recóndito lugar habitado por un puñado de chilenos a trabajar por ellos, para ayudarlos y apoyarlos en distintos ámbitos luego del maremoto que azotó violentamente a esas islas, incluso algunos de forma gratuita y voluntaria, habiendo dejado atrás a sus familias, y también la posibilidad de trabajar por ellos mismos y su propio bienestar.

Estos héroes se han ido en silencio, pero entrando en nuestras almas profúndamente por su valentía y ejemplo de vida. Esa es precisamente la forma de cambiar el mundo, trabajando con y por los demás, entregando amor y cariño de forma desinteresada muchas veces yendo en contra de lo que se acostumbra en una sociedad egoísta, dividida y tantas veces irrespetuosa entre quienes la componen. Aprendan de esto quienes creen que las cosas se consiguen a través de la intransigencia, los llamados a detener el país y dejar de trabajar, y también a generar instancias que por muy buenas intenciones que tengan, es sabido de que cada vez que ocurren, terminan con violencia y el silencioso dolor de quienes sufren las consecuencias sin tener a nadie que los escuche ni defienda.

A tener Fe nomás y rezar por quienes ya no nos acompañan, y también por las personas a quienes dejan con la pena de tener, a partir de ahora, solo la memoria de la experiencia compartida, las enseñanzas y los mejores recuerdos de la vida de cada uno.