
¡¡¡YA ESTAMOS DE VUELTA!!!
En Thor hay dos mundos, y casi dos películas: está el mundo de los dioses, Asgard, donde todos son muy serios, muy dramáticos y se visten como Caballeros del Zodiaco; y la tierra, donde la gente tira chistes y se emborracha. Lo que más se le agradece a la última película de los estudios Marvel, es que lograran hacer que las escenas serias quedaran muy serias, y las escenas graciosas queden muy graciosas. Es una película consistentemente entretenida, por donde se le vea.
Lo otro que me impresionó es que el mismo actor, Chris Hemsworth, pudiera interpretar a un Thor que pasa todo el día gritando enojado y peleando contra monstruos en Asgard…
…y al mismo tiempo, a otro Thor que vive con una sonrisa en la cara y la pasa coqueteando con Natalie Portman (el 90% de las escenas en la tierra). Los mejores momentos, para mi, son cuando Thor trata de comportarte en la tierra igual que lo haría en Asgard, y todos lo miran como diciendo "¿…yaaaaa?".
La historia algunos la deben conocer: Thor es un dios arrogante e impulsivo que es desterrado del reino de Asgard por su padre, Odín (Anthony Hopkins), hasta que aprenda algo de humildad. ¿Se han dado cuenta que muchas veces cuando estos actores grandes como Hopkins o Al Pacino hacen una película comercial, como que casi se les nota el aburrimiento en la cara? Este no es el caso: Hopkins interpreta a Odín como si fuera un personaje de Shakespeare, y todo es gracias al director Kenneth Branagh, responsable también de la adaptación noventera de Hamlet y Mucho Ruido y Pocas Nueces.
Bueno, el caso es que Thor es desterrado a la tierra y separado de su martillo Mjölnir, el que le da poderes sobre el trueno. O sea, queda convertido en, básicamente, un mendigo fortachón que habla raro. A pesar de que las escenas de acción del comienzo son impresionantes, creo que fue una buena idea mantener a Thor sin poderes por la mayor parte de la película, porque de esa forma se hace mucho más interesante como personajes (además igual sabe pelear bastante bien sin tener que tirar rayos).
Para mí la cosa solamente se empieza a desdibujar un poco cuando se unen los dos mundos y se pierde esa dualidad de la que hablaba al comienzo: la película sigue siendo igual de entretenida, pero ya no es tan interesante. El otro punto débil en mi opinión es el eterno problema de las películas basadas en cómics: presentan muchos personajes bacanes, pero después no hay tiempo para darles pantalla a todos, así que ahí quedan. Tarea para la segunda parte, supongo.
El que sí quedó bien desarrollado es Loki, el dios del engaño, que en el cómic es un villano más o menos simplista, pero aquí convirtieron en un personaje complejo y sorprendente (interpretado por Tom Hiddleston, que lo hace bastante bien).
Para cerrar, un consejo para los fanáticos: ojo con el cameo de cierto personaje Marvel como a los 40 minutos de la película, un adelanto de la película de Los Vengadores. Ah, y después de los créditos hay una pequeña escena que solamente los más entendidos van a entender… y que va a dejar a todo el resto colgando.
Otra cosa, y ahora sí me quedo callado: vi la película en 3D y, la verdad, a los 10 minutos ya se me había olvidado, porque los efectos extras no son la gran maravilla. Ahórrese las 2 lucas extra, digo yo.
Pero no todo está perdido queridos amigos!!!... no llueve pero gotea buen cine y esta cinta basada en la novela del mismo nombre es evidencia de esto. Un drama muy sencillo que relata la historia de una pequeña niña intelectualmente adelantada y que registra con su cámara de video la historia lo que se propone ella misma como sus últimos días de vida luego de decidir suicidarse. Tras la mirada del lente descubre y reconoce a la portera de su tradicional edificio, quien desde el anonimato ha vivido desde siempre con las familias para las cuales pareciera ser transparente. Una mujer uraña y descuidada, quien pareciera haber desaparecido incluso para ella misma, y que comienza a descubrirse con la llegada de un nuevo inquilino de nacionalidad japonesa.
Como buena cinta francesa, la crítica social no está ausente y toma relevancia en la caracterización de cada personaje que representa de distintas formas como nos hemos ido convirtiendo en individuos egoistas y desinteresados en los demás.