Dirigida por John Carney (Zonad, 2009), es una entretenida cinta que mezcla drama con comedia y tiene algo de romance, aunque no la definiría propiamente como tal. Muestra la lucha que tienen ambos protagonistas, Gretta y el productor musical, por superar sus problemas personales, familiares, como también surgir profesionalmente, no tanto por el dinero, sino por la satisfacción propia de hacer lo que les gusta.
Ingeniosamente cuentan la historia de Gretta y de Dan (el productor) mediante flashbacks, hasta que todo converge en ese encuentro en el bar que cambiará la vida de ambos personajes. Hay que destacar la brillante escena cuando Dan escucha a Gretta cantar en el bar y él va visualizando cómo el resto de los instrumentos van conformando la canción.
Las interpretaciones de todo el elenco son sobresalientes, especialmente la de los dos protagonistas, y también resaltar que Keira Knightley cantó y tocó la guitarra en todas las canciones, que complementan la película con un excelente soundtrack, y se van insertando acorde al sentimiento que hay en cada escena.
La película genera bastante emoción y empatía, aunque el guión no tiene giros sorprendentes y uno puede intuir hacia dónde se dirige la historia. En la parte final, da la impresión de que no saben terminar bien la película, y la alargan un poco generando ciertos guiños como que algo va a pasar, pero que a la larga parecen ser innecesarios.
Se nota que la película se hizo con pasión y también con cariño, respeto y preocupación. Muy recomendable para ir a verla y es un bálsamo, sobretodo si lo último que has visto han sido películas del estilo ‘Transformers 4’.
Trailer de 'Begin Again
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